Después de la retirada de los equipos Astaná, por el positivo de Vinokourov, y Cofidis, por el positivo de Moreni, ayer nos sorprendió otro nuevo escándalo con la noticia de la exclusión de Michael Rasmussen, líder del Tour hasta ayer, a manos de su propio equipo.
El equipo Rabobank, harto de las presiones y las críticas por haber alineado a Rasmussen en el equipo del Tour de Francia, decidió retirar en la noche del miércoles a Rasmussen tras descubrir que ha podido mentirles cuando decía que se encontraba en México estando realmente en Italia, y eludir así varios controles antidopaje, antes del comienzo de la ronda gala.
Los aficionados al ciclismo como yo, seguiremos viendo el Tour, o al menos eso creo, pero, una vez más, esto demuestra lo herido que está el ciclismo por la lacra del dopaje. Si se va a tirar de la manta, que se tire del todo y empecemos de cero, por favor.
Podéis leer la noticia completa en Marca.
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