Cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. La sabiduría popular de este dicho se reflejaba ayer en el intenso tráfico de mensajes por internet de usuarios preocupados en busca de fórmulas para escapar al escaneo de la industria musical, que persigue por la red a quienes suben y bajan música sin pagar. Un crimen tan inocente acaba de arruinar la vida de Jammie Thomas, una joven nativa americana de 30 años que ha sido condenada por un jurado de Minnesota a pagar la astronómica cantidad de 222.000 dólares (157.000 euros) por 24 canciones de Aerosmith, Guns'N'Roses, Jupiter y Green Day, entre otra bandas de rock. Su caso, el primero de Estados Unidos, y el más duramente castigado del mundo, es especialmente trágico por tratarse de una madre soltera de dos hijos.
El jurado de doce personas, entre las que se encontraba un músico aficionado, tardó sólo dos días de juicio y cinco horas de deliberaciones en convenir 9.250 dólares de multa por cada una de las 24 canciones pirateadas, y no es lo peor. Según la ley de derechos de autor podían haberla penalizado con hasta 30.000 dólares por canción, e incluso 150.000 si lo hizo deliberadamente, como concluyeron. En Europa la penas más alta que se ha impuesto fue de 13.000 euros en Dinamarca, aunque la media es de 2.000
Cabronazos!!!
1 comentario:
De vergüenza...
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